II)Bloody Rage (Parte 4)

No había terminado de abrir el expediente cuando una de las enfermeras me advirtió de que la droga ya estaba lista, y que la dósis era el doble de la última vez, asentí con la cabeza, entonces ella la introdujo en el suero, ví como un líquido de color escarlata recorría la zonda y se internaba lentamente en el organismo del individuo, a medida que la sustancia penetraba el prisionero (no había ninguna duda de que el estaba allí atado en contra de su voluntad) empezaba a sacudirse violentamente en la mesa.

De repente todos sus musculos se inflamaron casi 4 veces su tamaño normal, parecía que iba a explotar, los ojos se le inyectaron en sangre y con un fuerza demoníaca despedazó sus ataduras, estaba completamente paralizado de horror.

De repente la abominación se calmó, sus signos vitales estaban extintos, la que había introducido el veneno se acercó para tomarle el pulso, me miró fijamente y pronunció: "Hora de defunción...", su cabeza estalló en pedazos y la criatura se levantó de su lecho a toda velocidad, saltó encima de la otra enfermera y tomándola de las manos y presionando con uno de sus pies en el pecho con aparente facilidad arrancó sus dos extremidades y el cuerpó salió despedido a toda velocidad, se dío vuelta y miró hacia mí que permanecía observando la escena.

La criatura, y digo criatura porque sus rasgos ya no eran humanos, había ensanchado su musculatura aproximadamente 4 veces mas de lo normal, como ya he mensionado antes, esto le daba una altura de mas de 2 metros, sus venas habíanse tornado azules y se las podía distingui facilmente puesto que asomaban claramente por encima de su piel que ahora tenía un color blanco pálido, de su boca chorreaba sangre.

Sin pensarlo 2 veces salí a toda velocidad de la habitación y cerré la puerta detrás, pude escuchar como la destrozaba inmediatamente y sentí sus torpes pasos detrás de mi, una alarma se disparó de repente, "Emergencia, Fuga en el sector 12875433, se necesita apollo de todas las unidades".

Les recuerdo que me encontraba en ese momento en un pasillo de 10 metros y al final la puerta principal por la que había ingresado (la misma donde los guardias de seguridad habían escaneado mi tarjeta de identidad), recorrer esos fastidiosos diez metros me pareció una infinidad, cuando me encontraba a 1 metro de mi salida pude sentir la respiración del monstruo en mi nuca y supe que mi final estaba cerca si no hubiese sido que cuando la puerta que proporcionaba mi única vía de escape se abrió un grupo de guardias armados apareció listos para abrir fuego, entonces cerré los ojos y me arrojé al suelo, la balacera comenzó.

Aproximadamente 3 minutos después el fuego cesó y me arrastré desesperadamente a la salida, pasé por entre medio de los hombre armados que me ayudaron a levantarme y me alejé un poco, para comprobar de que el terror apenas comenzaba, uno de los que había entrado, al parecer, para corroborar que el enemigo había sido neutralizado, salió volando desde adentro y se estampó contra una pared callendo su cuerpo inherte al suelo, los disparos comenzaron nuevamente y emprendí mi carrera nuevamente sin pensarlo 2 veces, mientras me alejaba podía escuchar alaridos y el ruido de la carne al desgarrarse.

Mientras intentaba encontrar desesperadamente una salida decenas de hombres fuertemente armados corrían en dirección al laboratorio para brindar apollo a las otras unidades, los nervios me impedían pensar claramente por lo que no podía recordar claramente como había hecho para llegar así que volví a la habitación en donde había dejado maniatado al doctor Gutierrez.

El viejo había ya despertado y peleaba por soltarse de las amarras así que lo liberé y le comenté brevemente la situación, le expliqué que era inminente de que escaparamos si queríamos conservar nuestras vidas y le pedí que me guiara hasta la salida, asintió y salimos juntos de la habitación.

Pero las verdaderas intenciones del doc eran muy diferentes a las que aparentaba, cuando apenas habíamos atravezado la puerta del cuarto de limpieza fuertemente me golpeó la cabeza con algún objeto (nunca supe con que, pero aún conservo al cicatriz) y caí inconsiente al suelo.

Para cuando me desperté mi posición era muy incomoda, la cabeza me dolía impresionantemente y podía sentir el particular gusto de la sangre en mi boca que había corrido desde una profunda herida que tenía en la parte central de la cabeza, la perdida de sangre y la atmósfera cerrada en la que me encontraba me había provocado mucho mareo.

Miré para todos lados pero el lugar era muy oscuro un gran peso me oprimía el pecho y mis manos y pies estaban fuertemente atadados, permanecí allí prostado por unas horas mas aunque no se cuantas, cada ratos me dormitaba y mi cuerpo cada vez estaba más débil, de cualquier manera si seguía allí por mucho más tiempo de seguro moriría así que utilicé todas mis fuerzas para levantar mís pies los más alto que pude, con sorpresa, éstas, se apollaron contra lo que parecía un techo de chapa, hice un poco más de fuerza y las estiré lo más que pude y el techo de chapa cedió y por entre medio de un espacio que ahora había quedado abierto se filtro la más profunda de las escuridades, solamente noté que algo se había abierto porque el aire del lugar en donde me encontraba había cambiado repentinamente, bajé de nuevo las piernas y entonces haciendo el mayor de mis esfuerzos usé mis abdominales para levantar el torzo y minutos después me liberé de mi encierro.

Una vez afuera me dí cuenta de que estaba en la misma habitación de siempre, el pequeño cuarto de limpieza, el doc había cobrado venganza y me había arrojado al mismo contenedor donde yo lo había arrojado anteriormente, estaba practicamente desnudo, tomé mi ropa que convenientemente todavía estaba en el cuarto y con la poca luz que se filtraba por la debajo de la puerta me vestí y salí de la habitación.